Las pólizas de seguro tienen unos gastos de adquisición iniciales altos, que incluyen la comisión, los costes de pruebas médicas, y gastos de administración. Esos costes normalmente se distribuyen a lo largo de los pagos de prima de los primeros años. Si una persona no puede pagar sus primas, se puede producir una cancelación prematura o vencimiento de la póliza, sin que se puedan recuperar los costes. Las tasas de cancelación altas también pueden producir pérdidas financieras a las compañías de seguros. La suscripción financiera debería cerciorarse de que la cobertura solicitada tiene sentido desde el punto de vista económico, y que el cliente realmente puede pagar la prima a largo plazo.

Las pólizas de prima única no tienen riesgo de cancelación, por lo que tiene sentido ver si la suma en riesgo es igual a la suma asegurada menos la prima.